lunes, mayo 21, 2007

La declaración del "No"

El decir “No”, es una de las declaraciones más importantes que un individuo puede hacer.

Es la declaración en la que, en mayor grado, comprometemos nuestra dignidad. En cuanto individuos, podemos arrogarnos el derecho de no aceptar el estado de cosas que enfrentamos y las demandas que otros puedan hacernos.

Este es un derecho inalienable que nadie puede arrebatarnos. En muchas ocasiones, sin embargo, el precio de decir que no es alto, y depende nuevamente de cada uno pagarlo o no.

Pero, aunque el precio sea alto, como individuos podemos seguir ejerciendo nuestro poder de decir que no. Muchos de nuestros héroes, nuestros santos, etc., son personas a las que admiramos porque estuvieron dispuestos a pagar con sus vidas el ejercicio de este derecho.

Queremos destacar la importancia de la declaración “No” en la vida cotidiana de cada persona:
- Cada vez que consideremos que debemos decir “No” y no lo digamos, veremos nuestra dignidad comprometida.
- Cada vez que digamos “No” y ello sea pasado por alto, consideraremos que no fuimos respetados.

Esta es una declaración que define el respeto que nos tenemos a nosotros mismos y nos tendrán los demás.

Es una declaración que juega un papel decisivo en el dar forma a nuestras relaciones de pareja, de amistad, de trabajo, a la relación con nuestros hijos, etc. De acuerdo a como ejercitemos el derecho a la declaración de “No”, definimos una u otra forma de ser en la vida.

Es más, definimos también una u otra forma de vida

La declaración de “No” puede adquirir formas distintas. No siempre ella se manifiesta diciendo “No”, A veces, por ejemplo, la reconocemos cuando alguien dice “Basta!”, con lo cual declara su disposición a no aceptar lo que se ha aceptado hasta entonces.
También reconocemos el “No” cuando alguien dice: “Esto no es aceptable para mi!”, y al hacerlo, le fija al otro un límite con respecto a lo que estamos dispuestos a permitirle.
“Ontología del lenguaje” de Rafael Echeverría.


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