Un desayuno en Mc Donalds

Queridos amigos, si bien este es un espacio que dedico para cosas positivas y gratificantes, hoy lo utilizaré para contarles lo que me sucedió el día sábado 9 de diciembre en Montevideo, en plena plaza Matriz, centro de Montevideo, y de la Ciudad Vieja:
Aproximadamente a las 10:30 a.m. entré en el local de Mc Donald, que está en la calle Sarandí casi Ituzaingó, y solicité un desayuno. En ese momento había un solo joven atendiendo el mostrador, me preguntó si lo iba a tomar allí o afuera del local. Pese a que la mañana era preciosa, le dije que iba a desayunar allí, en el primer piso, porque era un lugar más seguro e iba a estar más tranquila.
Apenas me senté en una mesa, se me acercó un joven de unos 13 años pidiendo dinero, al momento otros dos se acercaron y pidieron nuevamente dinero o lo que estaba comiendo, inmediatamente agarraron mi cartera, y bajaron corriendo la escalera.
El mismo y único joven que me atendió primero terminó de hacer lo que estaba haciendo en la caja, y luego salió a la puerta. No se si eso está bien o mal.

Los ladrones se llevaron mi cartera.
La policía que rodea la plaza por su lado, tuvo la oportunidad de mirar las espaldas de los delincuentes.
Presenté mi denuncia a una supervisora del local (además de la Seccional 1a. de Montevideo), y me contestó que no podían hacer nada porque los baños son públicos.
Les comento esto porque me parece increíble que uno esté dentro de un local tan promocionado, y no tenga la más mínima seguridad, ni protección.
Los ladrones recorrieron un tramo del primer piso, bajaron la escalera y llegaron a la puerta, sin que pasara nada. En Mc Donald lo pueden asaltar y asesinar, que los baños son públicos, y no pasa nada.
Pese a esto fueron muy cordiales, me devolvieron el dinero del desayuno que no había tocado, y me ofrecieron la filmación de todo lo que había ocurrido.
Soy un ser absolutamente común y corriente, y me pasan estas cosas. Me siento absolutamente mal, y llena de impotencia.